Tal cual hemos anunciado repetidamente, se esperaba de la (des)administración de los Kirchner, cualquier tipo de decisiones, a efectos de evitar el default el año venidero. Electoral, recordemos, por si acaso alguien lo olvida.
El mamarracho de presupuesto votado por el hato de inútiles y delincuentes que ocupan bancas en el Congreso Nacional (simple escribanía de la Casa Rosada, ¡bah!), era una confesión, a gritos, de que el Poder Ejecutivo Nacional no sabía cómo hacer frente a las obligaciones del erario en 2009.Suponer que el precio de las commodities iba a crecer respecto al actual ejercicio; que el dólar iba a estar quieto a $3.20; que la inflación iba a llegar, cuando mucho, al 8% y que la economía iba a crecer 4%, era poner en grandes titulares, el nivel de desquicio y delirio del matrimonio morganático y los secuaces que lo rodean.Dado que nada de lo antes expresado iba de la mano de la cruel realidad, los K previeron echar mano de los fondos depositados en el Banco Nación, de las reservas (quedan pocas) del Banco Central y de los fondos de los jubilados de la ANSSES.
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