Economistas y pseudoexpertos que apoyaban la tesis de que la actual crisis en nada se parece a la de diciembre de 2001 han debido, poco a poco, tragarse sus palabras. El reciente asesinato de un ingeniero en San Isidro ha engrosado las preocupaciones del oficialismo frente a la ya indetenible corrida cambiaria. El destino de la Presidente Cristina Fernández vuelve a quedar atado a las movilizaciones que pueda organizar la ciudadanía.
martes, 28 de octubre de 2008
La corrida cambiaria y la inseguridad, los jinetes del apocalipsis kirchnerista
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